|
|
“ Esa tarde la lluvia trajo algo que
Sherezade había dado por perdido. Sintió que, por primera vez, sabía
echar de menos sin depender. Que podía repasar cada uno de los besos que
Sahariar le había dado sin dolor, que cuando quería recrearse en
sus recuerdos, algo dentro de ella le empujaba sin remedio al momento
presente... Que podía escuchar cada una de las canciones
que él le dedicó sin llorar. Que había dejado de buscar el olor de su
aliento al despertar y sus manos en todos los hombres con los que
había dormido después de su última noche juntos. Como si hubiera entendido que el pasado es pasado en
un instante de lucidez. Su historia de amor con Ashmal tenía mucho
que ver con este avance. Un corazón auténtico y franco
habían reemplazado a un huracán con forma de primer gran
amor...” |
|
|