Mi hijo Ariel
Edgar Tarazona Angel


Ariel no se ha ido, abandonó su envoltura física y su espíritu, su mente, sus enseñanzas y su carisma permanecen con nosotros.

 

El 22 de abril a las 10 y 45 pm el espíritu de Ariel Marcel Tarazona Morales abandonó su envoltura física y se marchó más allá de este mundo, a un lugar donde no hay dolor ni sufrimiento. Somos nosotros, los que lo sobrevivimos que lloramos y nos duele su partida tan pronto. Una pena profunda, permanente, lacerante porque no entendemos porqué este ser privilegiado tuvo que partir tan pronto y nos dejó con una inmensa tristeza.

 

Como AA tuve varios impulsos para aliviar la pena, pero en ningún momento pensé recurrir al licor, a las drogas o cualquier otro medio artificial para soportar el dolor. En épocas de alto consumo de bebidas espirituosas, cada vez que se me presentaba un episodio de tristezas, alegrías o simple aburrimiento, la solución estaba en ir a la cantina más cercana a desocupar botellas y, cuando el efecto pasaba el remordimiento o guayabo moral acrecentaban las emociones, en especial las negativas.

 

El programa me dice en los pasos dos y tres que debo creer en un poder superior, como yo lo concibo (eso no se me dificultó) y entregarme a EL sin condiciones. Este tercer paso fue difícil para mí porque yo seguía haciendo la mía y algo no funcionaba. Mi padrino me dijo que soltara las riendas y se las entregara a Dios y eso hice. Hoy, en este doloroso trance, me siento fortalecido y acepto la voluntad de mi Poder Supremo; no es lo que yo quería, más la voluntad de ese Ser al que me entregué sabe por qué las cosas sucedieron.

 

No tuvo una partida violenta o dolorosa. Empezó a sentirse fatigado en noviembre y se ahogaba con el menor esfuerzo; fue a diferentes consultas y no mejoraba, hasta el pasado 9 de abril que nos pidió llevarlo a urgencias. Quince días más tarde abandonó este mundo. Yo agradezco al programa de AA, a mis compañeros, a mi padrino y a todas las personas que me han apoyado en este episodio trágico. Si no hubiera estado fortalecido por la literatura y los 12 Pasos de AA, no hubiera soportado este golpe de la vida.

 

Mi querido hijo dejó su cuerpo físico, pero sentimos que su espíritu nos acompaña siempre.

 

Gracias, muchas gracias a Dios porque existen los Alcohólicos Anónimos, Grupo 12 Pasos, de Envigado.