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Y
creo que todos estamos muertos. Por dentro el alma y el corazón se retuercen
mientras ambos gritan pidiendo ayuda, queriendo escapar de esa pesadez y dolor
al cual todos llamamos inteligencia y frialdad, la humanidad ha perdido aquello
de lo que se nos hacía llamar, se ve en los rostros fríos de la gente, en los
ojos vacíos de aquellas personas que crees conocer, esos ojos te llevan a un
pozo vacío y oscuro, a una tormenta a punto de comenzar, yo no creo que el alma
sea mortal, sino que va viajando por la vida sin tener un destino final, así al
pasar los años esa alma se empieza a apagar, pierde su pureza y su
sensibilidad. Hoy he llorado un poco más, dándome cuenta que yo sí que soy
mortal, que nunca me dará tiempo a leer todo lo que quiero, a ver todos los
paisajes habidos y por haber, quiero volar, huir de esta monotonía, ir a
museos, dibujar, escribir, quiero hacer de todo, probar de todo y trabajar de
todo, quiero dejar de preocuparme de si me rompen el corazón, dejar de escuchar
a esa gente que me dice que solo sirvo para casarme, algo que las mujeres de
antes han tenido que escuchar y han sido obligadas y debido a eso ha sido su
destino final, yo no quiero acabar así, quiero ser libre, no quiero que me
encierren en la monotonía en la que todo el mundo vive, quiero estudiar, y
mucho, tanto que el conocimiento se me salga por las orejas y solo pueda pensar
en eso, quiero leer, tantos libros que lo único que oiga en mi cabeza sean los
sonetos de Bécquer, los pensamientos de Raskolnikov, los lamentos de Camus por
su padre y la Filosofía de Nietzsche, quiero entender y saber toda la física
del mundo, las matemáticas y la química. Mi cerebro es como un sabueso que
lleva años sin comer, quiero llenar mi cabeza de tanto conocimiento que no
pueda andar más debido a su peso, quiero reír, llorar, saltar, celebrar que
estoy viva, quiero expresar tantas emociones y a la vez ninguna, quiero ser
humana, quiero ser tan feminista como me lo permite mi alma, quiero luchar por
lo injusto, por mis derechos y por mi tanta aclamada libertad, quiero ser tan
libre y feliz que solo el simple hecho de que exista sea una revolución y un
grito de guerra, quiero ser dura pero dulce a la vez, quiero vivir sola rodeada
de libros, quiero ser inteligente y educada, quiero saber pelear, abrazar a la
gente y aprovechar esos pocos instantes en los que no estoy atrapada en mi
mente, quiero perdonar y vivir sin rencor. La gente dice que solo se vive una
vez pero yo creo que si quieres puedes vivir todos los días, quiero hablar de
lo que pienso sin que la gente se aparte porque ya saben lo suficiente de mí,
quiero tener conversaciones tan profundas que mi alma se quede al desnudo,
quiero hablar y debatir con Sócrates, saber tanto de Filosofía que no pueda
dormir por las noches, quiero que me dejen de importar las opiniones de los
demás, el qué dirán, el qué no dirán, quiero dejar de sentirme juzgada y no por
ese motivo dejar de hacer lo que me gusta.
¿Por
qué debo de ser precavida con la gente? ¿Por qué la gente es tan cruel, porque
hacen tanto daño a la gente?, ¿Por qué no podemos vivir en paz sin molestarnos?
Quiero
tantas cosas que siento como si ya fuesen mías, no entiendo tantas otras cosas
que al final del día es ahí donde me doy cuenta que todo lo que fui, lo que soy
y lo que seré es lo que me hace humana, alguien perfecta en su imperfección. |
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