Soldados de Salamina (Javier Cercas)
Telmo Ródenas Cobo


Llevaba años oyendo hablar del libro y de la película. Del primero conocía que era de un autor que hasta la publicación de esta obra no tenía fama, y que tras este éxito repitió buena crítica con “La velocidad de la luz”. También se que es profesor y que colabora con artículos en periódicos desde hace bastante. De la película sólo sabía que se basaba, evidentemente, en el libro, y que la había dirigido David Trueba, que me parece una buena referencia.

 

Empecé por el filme. Me resultó interesante. Aparte que Ariadna Gil no es mi favorita, porque creo que tiene, como otros muchos compañeros de profesión, tendencia a sobreactuar, creo que la película mantiene muy vivo el interés, y tiene gran aroma a “documento histórico”. Muy recomendable.

 

El paso siguiente era leer el libro. Se divide en tres partes: en la primera, el escritor, Javier Cercas, nos cuenta como fue surgiendo, en un momento difícil de su vida, una historia que empieza por interesarle y acaba absorbiéndole totalmente. En la segunda nos cuenta esa historia: Sánchez Mazas, uno de los ideólogos de falange, y que más hilos movió para romper el gobierno de la segunda república, salva milagrosamente la vida en un fusilamiento en masa en el Collell (Gerona), en los últimos días de la Guerra Civil española, cuando los republicanos retroceden y buscan ya la frontera francesa. Sánchez Mazas se esconde entre los árboles y arbustos del bosque, pero un soldado rojo le descubre. Pudiendo delatarlo, no lo hace, salvándole así la vida, sin motivo aparente. Tras pasar días y noches de invierno escondido, huyendo y sin apenas comer, encuentra una familia que le protege. Poco después llegan los nacionales, que lo llevan consigo. Esta parte es el libro en sí, está muy documentada aunque a mi me resultó un poco pesada al final.

 

Pero Cercas, al inicio de la tercera y última parte, nos cuenta que la historia le parecía que se quedaba coja. Hasta que el círculo se cierra. Según nos dice, cuando ya tenía medio aparcada la historia, y sin motivación para publicarla, debido a su trabajo como periodista entrevista a Roberto Bolaño, el gran y reconocido escritor chileno, ahora ya fallecido. Éste le cuenta que años atrás trabó amistad, en un camping de verano, con un tal Miralles, cuyas andanzas podrían coincidir con las del soldado republicano que salva la vida a Mazas. Cercas se estremece ante la posible coincidencia, y busca a Miralles. Éste sigue vivo. Lo encuentra en un asilo en Dijon, Francia, pero no le apetece recordar. Está resentido porque nadie le ha dado las gracias a todos los que lucharon por la libertad en nuestro país. Finalmente no confiesa si fue él quien perdonó la vida del falangista. Pero da la impresión de que perfectamente pudo ser él. Hasta aquí el libro.

 

Cercas nos lo presenta insistentemente con un relato real, pero hay datos que invitan a la duda. Esa cuadratura del círculo, de esa forma que la cuenta, no es natural. Miralles surge de repente, de la nada. Por otra parte, Bolaño, en sus últimos meses de vida, no muestra interés alguno por Cercas, parece resentido. Y escribe un artículo, en el que confiesa no reconocer a ese Cercas autor de “Soldados de Salamina”. Niega incluso que sean verdad las frases iniciales del libro, en las que el autor nos cuenta cosas personales. Resulta que se conocían desde hacía tiempo. Deja entrever, sin disparar pero apuntando con mano firme, que, buscando la fama desesperadamente, un best seller a cualquier precio, Cercas no escribió una historia tan real. El sabor que deja la novela, es por tanto, un tanto agridulce.