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Creo que con los tiempos que estamos viviendo, siempre es recomendable
volver a Camus e, inevitablemente, a una de sus mejores novelas: “La peste”.
Releo lo que escribí en el tiempo que la leí:
De las novelas que he leído últimamente, ésta ha sido una de las que más me
han gustado, podría decir que la que más me ha impresionado. No ha sido mi
primera lectura de Camus, leí hace varios años “El extranjero”, y me ha
resultado inevitable compararlas.
Desde mi punto de vista, lo único que tienen en común estos dos libros es
que tienen el mismo autor, que están dentro de la corriente existencialista y
que están brillantemente escritos. Ahí terminan sus semejanzas. “El extranjero”
es una lectura profundamente pesimista, o por lo menos así me lo pareció a mí
en el momento en que la leí. “El extranjero”, que recuerdo con cariño porque es
un libro de los que considero imprescindibles, hace sin embargo que tiemble al
pensar en una relectura. ¡No! Tal vez más adelante.
¿De qué trata “La peste”? Una ciudad argelina, Orán, es sitiada, en pleno
siglo XX, por la peste; una plaga de dimensiones bíblicas que estaba ya más que
erradicada de la memoria del ser humano. Dicen que Camus utilizó este argumento
para construir una alegoría de la Europa arrasada por las dos guerras mundiales
(no olvidemos que este libro se publicó en el año 1947).
Sin embargo, a pesar de este argumento tremendista, “La peste” es un libro
humanista que permite vislumbrar con optimismo una finalidad altruista a la
existencia: la salvación del hombre por el propio hombre.
Una lectura muy recomendable.
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