|
|
Enfrentarse
por primera vez a un libro de José Saramago ha
supuesto, como imaginaba, una experiencia de lo más apasionante. No ha sido
casualidad querer empezar por su última novela El hombre duplicado. Una entrevista en la radio a Saramago durante la promoción de este libro en el programa Gomaespuma, me mostró a una persona con un pensamiento
excepcional. Eso y la recomendación de mi mujer, fiel lectora de este autor,
hizo que me decidiese por esta novela, a pesar de que una crítica que
previamente leí en internet señalaba que El hombre duplicado había supuesto en Saramago un claro retroceso en la calidad de su obra. El
caso es que a mi me parece que acabo de
leer una obra maestra por lo que supongo que la calidad del resto de su
producción es excepcional. No es
casualidad, por lo tanto, que el autor tenga el máximo galardón que hoy en día
puede tener un escritor, el Premio Nobel. El
descubrimiento por parte de un profesor de instituto de la existencia de una
persona idéntica a él es el punto de
partida a partir del cual el autor crea
una trama que termina en un desenlace sorprendente. Me
ha resultado especialmente curiosa la
peculiar forma en la que el autor escribe los diálogos, separados mediante comas y comenzando con mayúsculas la
siguiente intervención. Además no especifica que personaje está hablando. Lo
cierto es que, aunque al principio resulta un poco complicado saber quien está
interviniendo, rápidamente te acostumbras y acabas siguiendo el hilo de las
conversaciones sin dificultad. Al parecer esto es una característica del estilo
de la prosa de Saramago. Otra
cosa que me llamó la atención es la introducción como personaje del sentido
común del protagonista. Las conversaciones de ambos (protagonista y sentido
común), siempre en continúo conflicto, me parecieron lo más enriquecedor de la
novela. No
aparece aquí, al menos no me lo parece a mi, el tradicional pesimismo que según
me cuentan caracteriza a la mayoría de
las novelas de Saramago Por
último su final, que obviamente no voy a desvelar, me pareció sublime. No creía
durante la lectura que esta historia iba a ser resuelta de manera tan genial. La
única pega que pondría a la novela es su principio, quizá un poco lento, que
provocó que tardará algunas páginas en engancharme del todo a su lectura. Eso
si cuando me atrapó lo hizo hasta el final. |
|
|