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Nació en Montevideo, el 18 de agosto de 1920, hija de un padre
anarquista, Leandro Vilariño, su madre católica, Josefina Romani,
hogar de artistas, su nombre Ideal, quedaría en Idea, sus hermanos fueron
nombrados: Azul, Alma, Numen y Poema. Entre música y letras, pasó su infancia,
piano y violín sus instrumentos preferidos, aunque aborrecía el solfeo.
A los 14 años escribió este poema dando muestras de su precoz
talento:
“El viento puso un remolino en tus cabellos, apuñalo mil veces las
mil formas distintas de tu cara con caricias veloces, empujó con sus soplos lo
suave de tu ropa en poderoso intento de desnudarte toda, y tú luchas con él, te
le metes bien dentro y le partes en dos con tu carrera”.
En 1945 publicara su primera obra: “La suplicante”, y en ella se
prefigura una línea que será la de toda su poesía; la voz femenina sostenida
con fuerza y autonomía, alrededor de una tonalidad amoroso- erótica que no siempre
debe ser tomada mecánicamente como autobiográfica. Esta obra fue esencial para
la superación de la herencia modernista en la poesía uruguaya.
Unamos lo anterior a lo que escribió en una página de su diario en
1941: “Todo lo que he plasmado en
poesías [.] es lo único que he vivido verdaderamente.
Todo lo que yo diga sentir que no esté apoyado en un poema puede no ser cierto”.
A los veintitantos años de edad, sus escritos como crítica y
traductora, ya eran reconocidos a ambos lados del Río de la Plata (léase su
natal Montevideo y la vecina Buenos Aires). Formó parte de la denominada
Generación del 45 que tuviera a Juan Carlos Onetti
(Premio Cervantes 1980), con quien mantendría una historia de amor y
desencuentro; como su gran referente.
El escritor uruguayo Rafael Courtoisie
externó sobre la escritora: “El proyecto de Idea tiene que ver con una zona muy
existencialista, se relaciona en modo directo e indirecto con Jean Paul Sartre,
con una mirada a veces nihilista, de desgarro, desesperada, donde muchas veces
se celebra el amor pero en realidad, más que una iluminación, es la celebración
del amor perdido. Sus poemas de amor dedicados a Onetti
son más que nada poemas o de desamor o de desgarro o de condición existencial
del amor”.
Otros integrantes de la Generación del 45 fueron Mario Benedetti,
Manuel Flores Mora (Maneco); Carlos Maggi; Emir
Rodríguez Monegal, Ángel Rama, Amanda Berenguer, e
Ida Vitale, entre otros.
Posterior a “La suplicante”, irá presentando, Cielo y cielo (1947);
Paraíso perdido (1949); Por aire sucio (1950); Nocturnos (1955), Poemas de amor (1957), Pobre
mundo (1966); Poesía (1970); No (1980); Canciones (1993); Poesía 1945- 1990
(1994); Poesía completa (2002).
El escritor uruguayo Eduardo Galeano diría en el 2009, año del
fallecimiento de Idea que, “al margen de géneros es lo mejor que produjo la
poesía uruguaya en su historia”.
Sus ensayos literarios y musicales: Grupos simétricos en la poesía
de Antonio Machado (1951); La rima en Herrera y Reissig
(1955); Grupos simétricos en poesía (1958); Las letras de tango (1965); El
tango cantado (1981).
Para la profesora e investigadora argentina, Josefina Delgado,
autora de “Alfonsina Storni. Una biografía”: Idea “escribía por amor a la
palabra”, y no le interesaba “el marketing”, lo que provocó que no promocionara
tanto su obra.
También Idea que desde niña había entrado al mundo musical, compuso
canciones como “A una paloma”; “La canción y el poema”, y “Los Orientales”.
Cristina Fernández, una de las voces más destacadas de la música popular
uruguaya y que fuera amiga de Vilariño, grabó con el acompañamiento de la
Orquesta Filarmónica de Montevideo, una versión de su tema: “La canción y el
poema”.
Fernández comentó en una entrevista de la Agencia EFE a Concepción
Moreno que Idea una vez le escribió: “gracias a la recreación de los cantores,
los poetas vuelven al origen, al canto y al privilegio de la difusión masiva y
casi anónima de sus versos”.
Su poesía es un mundo de gozo y dolor, de angustia y preocupación,
de conciencia y reflexión. El poeta argentino Juan Gelman
(Premio Cervantes 2007); dijo que: “La poesía de Idea es una poesía de hueso a
la intemperie”.
En 1966 fue distinguida con el Premio Nacional de Literatura, el
cual no aceptó; en 1987 la Intendencia Municipal de Montevideo le concederá el
Premio José Enrique Rodó a la labor intelectual, por el conjunto de su obra;
1988 el Primer Premio de Ensayo por Conocimiento de Darío, dedicado al escritor
nicaragüense Rubén Darío. En el 2005 obtuvo el Premio de Poesía José Lezama
Lima concedido por Casa de las Américas (Cuba).
Desarrollo su labor de crítica literaria en importante número de
publicaciones uruguayas y extranjeras. Fue traductora del francés e inglés,
tradujo Hamlet y Macbeth de William Shakespeare.
Fue docente, profesora y catedrática de Letras, en 1985 obtuvo la
Cátedra de Literatura Uruguaya en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación de la Universidad de la República Oriental del Uruguay.
Idea falleció en el otoño del sur, el 28 de abril del 2009, en su
natal Montevideo. Su amigo, el crítico literario, articulista, ensayista y
docente uruguayo Emir Rodríguez Monegal, quien
acuñara el término “Generación del 45” que ambos integraron, reconoció la
magnitud de su obra al proclamar: “Algún día seremos recordados como los
contemporáneos de Idea Vilariño”.
Con este poema de mi autoría, mi humilde homenaje a Idea Vilariño,
en el centenario de su nacimiento; cuyo Seudónimo fue Elena Rojas. (18 de
agosto 1920- 2020)
IDEA…LA DISPARADORA DE POEMAS
Las letras son tu refugio,
tímida
y
silenciosa
como
un ave indefensa
busca
el árbol
frondoso.
Orfebre del verso corto,
artesana
metafórica.
Preminencia de las palabras
disparas
poemas
con
una
intensidad
que
no claudica
crecen
con el
tiempo.
No abusar de palabras
la
cosa se
acabó.
¿Yo me acabé?
escribiste
enEpitafio.
Entre tus plantas
y
fotografías color sepia
bajo
la boina
beige
se
desdibuja
tú rostro anguloso
y
se vislumbra tu sonrisa
giocondina
al
decir de Onetti. |
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