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El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, fue homenajeado a 10
años de su fallecimiento en el emblemático Palacio de Bellas Artes en la Ciudad
de México. Nació en Montevideo, capital del Uruguay, el 3 de septiembre de 1940
y falleció en la misma ciudad el 13 de abril de 2015. La Sala Manuel M. Ponce estaba a “reventar”, muchas personas no alcanzaron
lugar en el recinto, que albergó ovaciones atronadoras y expresiones de
fascinación por el vigente y visionario Eduardo Galeano, quien registró en sus
letras un sumario de pesares, luchas, injusticias, utopía, respeto y dignidad
en el subcontinente y el mundo; comenta en su crónica, Reyes Martínez Torrijos
para el periódico La Jornada de CDMX, del que Galeano era colaborador. El embajador de la República Oriental del Uruguay en México, Santiago Wins, externó: “Su obra y su pensamiento humanista resultan
de una vigencia ineludible, siempre con un mensaje de esperanza y amor por los
pueblos de América Latina. Su legado ha influido en generaciones de políticos,
académicos, pensadores, intelectuales y lectores de toda nuestra región hasta
nuestros días”. Afirmó el diplomático Oriental, que México entendió el mensaje de Galeano
como pocas naciones. Compartió dos ejemplos del vínculo entre México y el
escritor: “Ante la pregunta de cuáles tres autores lo habían influido más,
contesto “Juan Rulfo, Juan Rulfo, Juan Rulfo”, el segundo es la imagen de los
auditorios colmados y las filas de personas, muchos jóvenes, cada vez que hizo
aquí una presentación o charla. La actriz uruguaya Bárbara Mori, radicada en México hace años, leyó fragmentos
de la obra de Galeano provenientes de la trilogía Memorias del fuego y Patas arriba:
La escuela del mundo al revés, acompañada al piano por María Teresa Frenk. Rocío Martínez Velázquez, directora de Siglo XXI Editores, con quien
Galeano publicaba sus obras en México, remarcó que el pensamiento político
latinoamericano del siglo XX no podría entenderse sin la voz inconfundible de
Eduardo Galeano. Una vida marcada por la travesía entre el compromiso y el exilio, la
palabra y la denuncia. Adentrarse en la obra de Galeano es confrontarse con la
rebeldía de las ideas y la agudeza del análisis sobre nuestro continente,
procurando la belleza del lenguaje, externó la editora. Destacó la búsqueda del autor por “narrar la historia desde abajo, desde
las voces silenciadas por el poder. En Las venas abiertas de América Latina,
Galeano ofreció una radiografía lúcida y vehemente del saqueo económico y la
dominación imperial que ha sufrido el continente. Este libro, prohibido durante
años por diversas dictaduras, se convirtió en un símbolo de resistencia y una
lectura EDUARDO GALEANO EN MÉXICO HACE 20 AÑOS Comparto desde mi archivo algunos de los temas que tocara Eduardo
Galeano en la conferencia magistral que impartiera en la Sala Ponce del hermoso
Palacio de Bellas Artes CDMX, en diciembre de 1991, la misma donde en estos
días se realizara el homenaje de México conmemorativo de la primera década de
su fallecimiento. LENGUAJE: “Me gustaría mucho ser capaz de recuperar un lenguaje que pudiera
ayudar a restablecer la perdida unidad de la voz humana, rota por una cultura
dominante que rompe todo lo que toca”. GÉNEROS LITERARIOS: “A veces me dicen como reproche que, sobre todo mis últimos libros,
no son clasificables y la verdad, es el mayor elogio. Yo no quiero que me
clasifiquen. Me parece espantosa esa manía clasificatoria, siento que al clasificar a alguien o algo, están como defendiéndose
de la sorpresa de la libertad. Cuando la palabra está realmente libre,
realmente viva, es sorprendente, es peligrosa y me da la impresión que al
clasificarla se busca enjaularla, evitar que pueda ser conocida y se inventa la
historia de que hay que manejarse dentro de lo que son los géneros literarios,
para poder ser digno del alto elogio de ser llamado escritor”. PERIODISMO: “Ante todo me considero periodista y no creo que el periodismo
pertenezca a los bajos fondos de la literatura, porque no creo que en la
literatura haya altares con dioses, ni haya niveles como no sean los de la
calidad. Un poema o una novela no son necesariamente mejores que un artículo o
una crónica. Un ensayo no tiene que ser sabiamente más aburrido que un cuento.
Hay que recuperar esta perdida unidad de la voz y en ese sentido, me gusta
mucho la posibilidad de poder ir alcanzando un lenguaje que nos ayude a
salvarnos un poquito de estas fracturas producidas por la cultura dominante”. DERECHO DE EXPRESIÓN: “En las voces de los demás es donde están los sonidos que vale la
pena escuchar, es en ese sentido que yo creo en la memoria colectiva: la
memoria de las voces que suenan ahora y que no son escuchadas, no porque los de
abajo no tengan voz, todos la tenemos. El problema es que la mayoría en este mundo tiene la boca muy
tapada, aunque todas las constituciones y las leyes garanticen el derecho de
expresión”. MEMORIA COLECTIVA VIVA: “En esa memoria colectiva es en la que creo que no es la memoria de
los museos, sino la memoria viva, de la gente, que es lo que hace para cambiar
lo que es, en esa palabra que cuenta lo que somos. Porque para los navegantes
con ganas de viento, la memoria es un puerto de partida”. Cuenta la escritora y periodista mexicana, Elena Poniatowska, en un
artículo titulado; Eduardo Galeano, el hombre de los abrazos: “El 13 de abril
de 2015 en la Feria del Libro de Londres a la que México fue invitado, me
enteré de la muerte de Eduardo Galeano. La noticia corrió entre los pasillos y
muchos libreros abandonaron sus stands para asegurarse de que era cierta. En
cuanto a mí se refiere, recibir la mala noticia entre libros y tomos a la vista
fue la consecuencia lógica de una vida dedicada a la literatura y me ayudó a
pensar en Galeano, recordar su rostro fuerte y su mirada rigurosa e inquieta”. ¡Hasta
el próximo encuentro…! |
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