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El Colegio de San Ildefonso, en el Centro Histórico de la Ciudad de México,
que acogiera al joven Octavio Paz en sus años como estudiante de preparatorio
en la década de los 30 del siglo XX, es hoy en el siglo XXI la última morada
del poeta y de su segunda esposa Marie José Tramini. Los restos de la pareja fueron depositados, en el aniversario 108 del
escritor el jueves 31 de marzo 2022, a las 11 de la mañana, en una urna
funeraria al interior de un aula convertida en memorial dedicado al Premio
Nobel de Literatura (1990) mexicano. El diseño fue realizado por el fallecido
artista plástico Vicente Rojo. En el acto, Eduardo Vázquez Martín, quien fungía como coordinador ejecutivo
del Mandato del Antiguo Colegio de San Ildefonso, externó: “Las cenizas, que
son como sabemos polvo solamente, más polvo enamorado, convocan al espíritu
poético para que continúe viva en este Colegio su fuerza creadora”, Continuó diciendo, el también poeta: “El acto de reunir hoy las cenizas de
Paz y Marie Jo os recuerda el poder del amor y la riqueza que caracteriza a la
cultura mexicana. Se trata de un regreso, de una “vuelta” (como la publicación
de Paz); pero también, quiero pensar, anuncia un nuevo comienzo”. Estaba presente la actual presidenta de México, la Dra. Claudia Sheinbaum
Pardo, que en esa época era la Jefa de Gobierno de la
CDMX, definió a Octavio Paz como “una de las mentes más brillantes del quehacer
cultural de México y del mundo”. También las escritoras Elena Poniatowska y
Bárbara Jacobs, viuda del artista plástico Vicente Rojo, quienes acompañaron a
la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto a cerrar la urna con los restos de
Paz y Tramini. La secretaria de Cultura, desde el Patio de Pasantes, donde Vicente Rojo
proyecto una fuente escultórica con inspiración manifiesta en el poema de
Octavio Paz, titulado “Piedra de sol”, dijo: “El amor que los unió, el camino
cómplice que anduvieron juntos durante más de tres décadas, a partir de hoy
culmina en un hermoso memorial en San Ildefonso, donde comenzará otra
historia”. Bárbara Jacobs, viuda del creador de la fuente escultórica, compartió: “Hay
una anécdota muy divertida: cuando empezaron a cavar aquí para hacer esta
fuente, encontraron con que ahí abajo, había otra, del siglo no sé qué.
Entonces, tuvieron que venir muchas autoridades a dar su visto bueno”. “Y por
suerte lo dieron, y la fuente de Vicente pudo emerger y existir”, afirmó: “No
voy a decir que él estaría muy contento, sino que él estuvo muy contento con
esta obra”. Vázquez Martín explicó que la decisión de traer los restos de la pareja al
recinto fue tomada por los Gobiernos de la República y la CDMX, así como por la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con el apoyo del Colegio
Nacional, respondiendo a que Octavio Paz no deseaba que sus restos descansaran
en la Rotonda de la Personas Ilustres. El poema titulado: “Nocturno de San Ildefonso”, donde el autor de El
Laberinto de la soledad, exaltó la nostalgia de sus años estudiantiles,
resultaría el mejor argumento en favor de la propuesta, expresada por
Christopher Domínguez, biógrafo de Octavio Paz y miembro del Colegio Nacional. Recordemos el principio del tercer canto de “Nocturno de San Ildefonso”: El muchacho que camina por este poema, entre San Ildefonso y el Zócalo, es el hombre que lo escribe: esta página también es una caminata nocturna. Aquí
encarnan los espectros amigos, las ideas se disipan. Mientras que el rector de la UNAM, Enrique Graue,
externó: “Los Mandantes del Antiguo Colegio de San Ildefonso decidimos destinar
este Patio de Pasantes, que hoy luce más bello que nunca con la espléndida
fuente escultórica del maestro Vicente Rojo, para servir de marco al gran poeta
mexicano y universal, orgullo nacional y de nuestra Universidad”. “Juntos ya están esos “polvos
enamorados”, prosiguió refiriendo las palabras de Vázquez Martín,
“Resguardemos, pues, las cenizas de este ilustre mexicano como un símbolo de su
presencia permanente para que a lo largo y ancho de estas galerías y patios se
mantenga como fuente de inspiración para las nuevas generaciones”. Octavio Paz descansa en el lugar que quería y con quien quería. Visitando el Memorial Octavio Paz y Marie José Tramini,
en los últimos días de un frío diciembre 2024, junto a mi esposa Alicia,
recordé los versos iniciales de “Hermandad” de Paz: Soy hombre: duro poco. Y es enorme la noche. ¡Hasta el próximo encuentro…! |
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