No estaba debajo de la cama
Edgar Tarazona Angel



Desde niño le dijeron que debajo de la cama habitaba un monstruo y cuando bajara los pies, en horas de la noche, este lo atraparía y no le dijeron que podría hacerle.

Debido al miedo al ser debajo de su lecho, cuando le venían los deseos de orinar, no podía bajar los pies para ir al baño y se orinaba en la cama.

Pasados unos años, y motivado por la burla de sus hermanos mayores y los compañeros de estudio, que lo sometían a continuas burlas por su olor inconfundible de miador nocturno en el piyama, decidió vencer su temor y levantarse al excusado.

Sentado en la cama buscó a tientas las chancletas en la oscuridad, las calzó y se puso de pies para caminar al inodoro; no se percató de que la puerta del closet se abría silenciosamente. De pronto sintió unas manos heladas que le atenazaban el cuello. El maldito monstruo estaba era en otra parte.