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Asomó su amorfa cabeza lentamente y husmeó el aire para comprobar la
ausencia del ave gigantesca que podría devorarla. El animal avanzaba en su dirección con pasos inciertos y picoteos
aquí a allá. Un animal carnicero ladró y
espantó a la bestia en otra dirección, suspiró aliviada al presentir
que el cruel animal se alejaba y agradeció al cielo la presencia del enorme
perro, al cual no temía. Sus temores ancestrales se dirigían hacia la gallina… animal criminal y asesino
implacable cuando una es una lombriz de tierra. |
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