Era la medianoche
César Molina Consuegra



Era la media noche; estaba desvelado y hacía mucho calor. Decidió salir a caminar la ciudad que dormía; iba  llegando a la esquina cuando vio a la poesía parada en la esquina totalmente desnuda. Siguió de largo  y  entonces lo seguía una procesión de penitentes. Dobló  a la derecha y una orquesta de música  de cámara  entonaba El Réquiem  de Mozart. 

Corrió desesperado  hasta su casa y comenzó  a escribir de manera febril y agotadora. Pensó que se durmió  y que lo llevaban en hombros hacia la sacristía. 

Pensó en sueños que por la rendija de la caja funeraria lo alzaban los ángeles de la Resurrección.

 

Entonces recordó que la verdadera poesía  nos desnuda y derrota a la muerte!