El talón de Aquiles
Edgar Tarazona Angel



Hay una expresión popular para indicar que una persona tiene una debilidad o un punto vulnerable no solo en su parte física sino en lo sicológico, emocional, sentimental, etc. Esta expresión es: “ahí tiene su talón de Aquiles”  que ahora poco se usa porque se emplean otras que no vienen al caso porque son modismos regionales. El talón de Aquiles puede ser una fobia, algo que la persona oculta por pena, un secreto vergonzoso, una tara familiar, una deuda de honor, etc. Pues como el dicho toca con esta mitología pues les voy a contar de donde viene.

Aquiles fue uno de los máximos héroes griegos en la Guerra de Troya y personaje principal de la Ilíada, en la Ilíada recibe varios apelativos como “el de los pies ligeros”… ya lo he dicho pero quiero repetir que, en esto de los dioses griegos, hay varias versiones y yo me atengo a la más aceptada. Esta dice que sus padres fueron Peleo y Tetis,  y ella, que era una divinidad marina una ninfa, una de las 50 nereidas, Hija de Nereo), a sabiendas que su hijo era mortal quiso hacerlo invulnerable y aconsejada por alguna comadre. Lo llevó a la laguna Estigia y lo sumergió sujetándolo por el talón derecho, de manera que allí no lo tocó el agua y quedó como el único punto vulnerable de su cuerpo; otra versión dice que lo ungía con ambrosía y lo ponía al fuego al niño para quemar las partes mortales pero un día la pilló peleo y se lo rapó cual vulgar raponero de ciudad, y en la parte que no recibió el fuego, o sea el talón, quedó indefenso… de allí viene en dicho, cuando se quiere referir al punto débil de alguien, que “ese es su talón de Aquiles”.

Pero ese es otro asunto, lo cierto es que durante la Guerra de Troya, ya en sus últimos días, Aquiles mató a Héctor (uno de los mayores héroes troyanos y hermano de Paris, pero no Paris Hilton sino el que le puso los cuernos a Menelao). Esta muerte está narrada en la Ilíada al estilo de un periódico sensacionalista porque le ensarta la lanza por debajo de la quijada y hace salir la punta por la cabeza; luego lo ata por los pies a su carro de guerra y le da varias vueltas a la ciudad de Troya para humillar a sus habitantes, lo malo es que en esa época no había fotógrafos que si no severas fotos que habrían publicado. En El Espacio, y tremendos videos en youtube y similares. Por ahora me toca contentarme con promocionar la historia en facebook.

El padre de Héctor era el anciano Príapo que lloró la suerte de su hijo y rogó a Aquiles para que le entregara el cuerpo de su muchacho para darle unas honras fúnebres adecuadas al más grande héroe troyano. Aquiles le tenía mucha rabia al difunto por varias razones: la primera por ser troyano, la segunda por ser hermano de Paris y la tercera, tal vez la más importante, por haber matado en combate a Patroclo, su amigo y amante. No sé si ya les dije, tal vez no, que los griegos no le ponían mucho misterio a las relaciones bisexuales, de manera que los grandes héroes tenían sus esposas en la casita, encargadas de los oficios hogareños y sus amantes masculinos en el campo de guerra y el amor;  unos efebos, que eran jovencitos bien guapos y también guerreros.

Bueno, para terminar la historia del talón de Aquiles y con la promesa de contarles después con despacio la de Patroclo, lo cierto fue que en una de las batallas Paris, a sabiendas del punto débil de Aquiles, lo cogió distraído,  le disparó un flechazo al talón y lo dejó mortalmente herido. Al principio yo no me comía el cuento de que un tipo estilo Rambo se muriera por un flechazo en una pata, pero volviendo a leer descubrí que la flecha estaba envenenada, así si me convencieron, porque veneno de por medio mejora la efectividad, y así termina el gran Aquiles…

Pero ya volveré con él cuando les cuente acerca de la Ilíada que es casi la parte final de esta guerra de Troya.