Perdí mi corazón jugando cartas
Con la hechicera del amor prohibido.
Ella se fue y se lo llevó tan lejos
A donde yo jamás pude encontrarlo.
Era un corazón gastado, pero era el mío
Y me hace falta para hablar de amor
Y me hace falta para estar con ellas
Y me hace falta porque era el mío.
He jugado otros haberes viejos:
Mi piel, mi voz, y todos los sentidos.
Con otras magas de amores permitidos
Y a veces gano, pero no me llena,
yo quiero un corazón: el que es el mío.
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