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Dejadla cuando
sueña que está dormida. La reina de las
flores cual viento en lejanía en lechos de azucenas y silbos de alegría. Con alas mariposa y humildes yerberillas, que trenzan querubines grabadas en sus cintas misterios a millares dejó el alma transida, El SI dijo a
Gabriel anuncio de aquél día, gozosa gloria duele y a Dios su seno inclina notó atrás el silencio que el cielo la servía, y habló con toda el alma pureza de alegría. Dolor en el
calvario de angustia se vertía; ¿Qué han hecho de tu cuerpo que llora el alma mía? Las llagas de tus
manos son briznas de agonía. ¡Sagrado cuerpo inerte desgarra en sí tu herida: Al padre clamas
fuerte y ofrécesle tu
vida que al pueblo pecador; el Padre lo redima! -¡Silencio y más silencio... y entrego el alma mía! El cielo está
llorando la pena de María la Nueva Pascua llega pasados los tres días. ¡Jesús al cielo sube glorioso resucita, y logra con su muerte a todos dar la vida ! |
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