El corazón de una mujer
Gurpegui


Ella abría su corazón todas las tardes;

él lo protegía con sus manos.

Ella arrancaba pedazos y los lanzaba a su rostro;

él los recomponía con mucho cuidado y se los devolvía.

Ella no lo quería;

él lo acariciaba:

Ella empezó a amar su corazón.

 

Gurpegui

31-3-08