Sed y Hambre
Melissa Ardan Rojas


XVIII

“Sed y Hambre  Melissa Ardan.

 

Mi alma tiene sed y hambre de cosas lejanas... estelares. Indescriptible mi necesidad por lo inasible... lo celeste. ¿Por qué? ¡Pues, porque somos humanos!. Lo que es fácil alcanzar – no se aprecia.  Aquello que es  imposible,  lo indecifrable, el misterio es magia irresistible, para un corazón como el mío.

 

Se desata entonces la terrible lucha interior ese vencerse a sí mismo... en todas esas grandes y pequeñas debilidades del cuerpo, teniendo que aprender día a día a vencernos a nosotros mismos... y no dejarnos llevar por la comodidad y negligencia, luchando en primer lugar contra nuestras internas debilidades.. ¿cuales son? ¡Nuestros puntos de vista!. Y hay que ver con que énfasis tratamos los humanos de defender lo indefendible... por eso las soluciones equivocadas nos llevan siempre o casi siempre a la catástrofe. Todo tiene su precio, incluso la libertad. Nadie nos incita a hacerlo, es nuestro propio desafío... Sin embargo el alma  desespera... y  muere casi de impaciencia, por un milagro inmediato... Mientras tanto a respirar hondo... y muero así lentamente deseando un beso tuyo.

 

Sí, tengo sed y tengo hambre de esas cosas que guarda el corazón y que no tienen precio: amistades insustituibles, momentos mágicos, como tu amor celeste...

 

Tú eres la metáfora, la música, el baile, en fin “el arte”. Yo soy un simple pintor, que te admira y ansia plasmar en un lienzo, tus movimientos suaves como los lirios. Yo deseo ver tu caminar por el mundo. Tengo sed de tu palabra para poder así comprender tu ingenio claro. Sabe tú, que mis ojos no se sacian de verte, ni mis oídos de escucharte.

 

Yo tengo sed de aguas claras, de cascadas y riachuelos, de horizontes marinos... Sí, podría declarar bajo el cielo infinito, que tengo sed de tu boca y de tus abrazos eternos. Bendita tu presencia celeste en mi vida.