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IV (recordando al
gran poeta hindú: Rabindranah Tagore) Quisiera no irme de tu lado, más yo sé que
soy como un río, que
fluye hasta el mar sin remedio, continuamente
en tu busca. Quisiera no dejar tu presencia, pero
me dolería tanto – un rechazo tuyo. Por eso pretendo huir... y no regreso, aunque
mi corazón sea el grillete que
me ata a ti, invisiblemente... no pudiendo
alejarte de mi mente aunque
quisiera. Si, encadeno este loco palpitar de mi corazón,
que
se me sale sin querer por la boca cuando
estoy a tu lado... y pretendo me
fueses indiferente, cuando
en verdad desearía, estar
en tus brazos… Sí, yo escondo mi dolor en la profundidad del alma. Y huyo de tus ojos... así no dirás: “que exagero”. Quisiera poder entregarte mi amor, sin
reservas. Saciar tal vez un día, mi sed en tu boca, recrearme
en tus ojos infinitos. Pero tengo un miedo terrible a que me niegues
tu mirada o tus palabras, que
abras tú, mis heridas... que
me hunda yo entonces por siempre en la tristeza. No pudiendo yo encontrar
jamás, el camino hacia la
luz saberme
entonces yo perdida sin ti, irremediablemente. Quisiera amarte tiernamente, y hacer
desaparecer todos
los miedos en un instante, perderme
en el calor de tu cuerpo, y no dejarte
nunca. Más sé bien,
que
eres tan mío como el viento, o la luz de la
mañana. Te pareces a los pájaros que emigran... Sí, yo añoro tu libertad, yo quiero saberte
libre, quiero
saber que puedes volar hacia
donde tú quieras. ¡Oh tú, belleza mágica, celeste! Te llevo en lo profundo... del corazón, en ese lugar
secreto donde nacen las metáforas y que nadie
más ve o escucha... Eres infinito y pasajero como la idea, y sin embargo,
tengo miedo que
no pueda yo más escuchar tu voz. Que un dolor eterno me consuma, al no verte. Sí, tengo miedo de perderte. Quisiera oír tu risa, tus
pasos por los pasillos. Quisiera oír tu respiración agitada, desbordante
como una cascada. Y sentir quizá alguna vez tu pecho galopando contra
el mío. Quisiera compartir tantas cosas contigo. Sí, te deseo y tengo miedo que desaparezcas como los cometas en el
universo y que no pueda yo
encontrarte. En fin, que te sea yo: indiferente.. y destroces
así tú, por siempre sin
saber: mi corazón. oOo |
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