Las garzas
Melissa Ardan Rojas


XXXIV

 

Hoy he visto las garzas

Refrenando su vuelo sobre el lago.

Era una mañana con niebla.

Eran tres.

Una y otra vez

sobrevolando los árboles

parar entonces

un instante

y luego

seguir persiguiendo

       a saber ¡Qué sueño!

 

Recuerdo

poemas a lo lejos

que las evocan

en silencio

en lo profundo

del corazón.

Las garzas despliegan 

sus alas entre la niebla,

observan

silenciosas

los secretos celestes,

entre las copas de los árboles,

son lo impredecible,

lo que llega con calma,

lo que huye...

su vuelo tierno, refrenado...

 ¡me enamora!

Las garzas son  – lo infinito,

 lo que viene, va

y se evapora.

Su candidez, su inocencia

la blancura de sus plumas

su vuelo tranquilo e inasible... me enamora.

¡Sí, en verdad, algo celeste llevan en sus alas,

que me enamora!