|
|
XVI Descansa
en mí tu corazón, tus penas tu soledad, tus ilusiones. ¡Déjame besar tus ojos. tu frente, tus labios!. ¿Tú acaso – en mí te piensas? tú
naces, floreces, brillas, fluyes
en mí... como un rio. No te detengo. ¡Eres libre! ¡Mariposa mía! Yo en ti crezco, vuelo, me agiganto. Yo en
ti me descubro, me complementas. oOo |
|
|