Llamando a Teté, ¿Por qué yo?
Melissa Ardan Rojas



                                                               Pensando en los mártires de la UCA.


Hay un juego popular:
- tin, marín, de do pingüé...
...yo no fui, fue Teté..
Y a la hora de los trancazos,
¡siempre Teté...!

Y a la hora de hacer algo por alguien,
¡igual, hermano! 
nadie se siente llamado...
¡desaparece la gente
por encanto!
¡bien raro, no creen!

Los mártires se sintieron llamados
a hacer algo contra algo
que era injusto
y que además - era obvio -
que nadie más quería ver,
y que era muy cómodo de ignorar.

En nuestra sociedad:
no querían cambiar nada..
el pensamiento:
¡todo está bien como está!
y si alguien tuviese la mínima sospecha
que pudiese estar en peligro su tren de vida
- eso se iba a arreglar rápidito -
Tenían gente encargada de mantenerlos:
al estilo de la gallinita ciega,
si no miro el peligro,
no existe.

Los mártires con su ejemplo nos llaman
,
su camino estuvo lleno
de penas y agravios,
por años,
que sin dudas,
minaba sus almas y sus esperanzas
estaban concientes del peligro
ya lo decía Monseñor Romero
en sus homilias.
Ellos vieron de cerca, como lo cayaron
a la fuerza - al pobre Monseñor -
valiente profeta, no calló,
denunció injusticias,
exigía que parara la represión
contra nuestro pueblo.
- por eso le mataron- .
 
Los malos de la película
habían bajado al mundo
a hacer de las suyas,
porque no sabían
como callarle..
- otra solución equivocada-
Las palabras denunciantes de Monseñor
escalofriaban a todos,
la parca acechaba entonces
por todas partes,
hasta en el mismo funeral de Monseñor,
no dejaron tranquilos al pueblo,
ni le permitieron que le diera
una sepultura tranquila.
Hubieron muertos, muchos muertos,
y por querer acompañarlo
a su ultimo descanso
lo terminaron
acompañando de verdad..
Entonces era pecado
estar en un lugar determinado
y/o hablar más de la cuenta,
oirlo también...
dicho sea de paso...
Y si estabas allí y no era tu día,
 mala suerte.


Sin embargo,
los mártires de la UCA,
nos daban siempre señales
 de valentía,

nos hacian crecer como humanos
nos mostraban
la vereda y el quehacer...

trabajando por el bien

en la universidad,
no con violencia..
sino siendo humano
con el hermano
siempre.

Los sobrevivientes merecen igual respeto,
por haber dado su vida, su quehacer
,
su amor y su tenacidad a la defensa
de un pueblo que sufre.


Ellos se han desvivido a diario
por mi pais y su gente.


Hay que saber darles las gracias,
de forma infinita
por ser capaces de compartir
su vida llena de amor
y trabajo incansable
por nuestro bien.

Con sus voces
siguen cantando y despertando
conciencias...
y siguen transformando corazones,
cambiando

desde que llegaron a estas tierras
el porvenir..
de este pueblo... tan querido por ellos.

Demos nosotros también pues,

esperanza
a los corazones tristes
a las vidas
sin futuro
,
comprometámosnos
de veras
pero no con seres abstractos
demos avances
concretos
específicos... día a día

Comencemos

por hacer el bien
allí donde estamos
como hermanos, claro.
¿Qué hemos fallado? ¿quién no?
¿que pudimos hacer más?
siempre, pudimos hacer más.
Pero
¿podemos enmendar

un corazón de un hermano
arrepentido
?
¿podemos dejar de ser engreídos,
e implacables semidioses,
con un corazón indiferente?

¿Podemos transformar
,
dar sentido a nuestro quehacer
en algo dar vida a otros?
- sin preguntar si es
mi responsabilidad o no -

Sí, yo sé,

que nuestros mártires han dejado
su sangre y sus vidas
en ese intento...
¿necesitaron valor? Sí.
¿Experimentaron el miedo
de cerca? Sí.
- que son humanos -
por Dios,
de carne y hueso como tú y yo.
Solo que ellos
habían optado por dar su amor
a los necesitados y
hacer de sus vidas
un instrumento de
fé y esperanza,
traedores de justicia
en este mundo,
utilizando su inteligencia
y su poder de convicción.
Sus palabras, en fin,
eran todo lo que tenían
para defender (-se).

¿Cómo devolverles la vida

que les fué arrebatada?
Devolviéndoles algo por lo que lucharon
por lo que estuvieron dispuestos
hasta de arriesgarse

- y que con fé inquebrantable
buscaron  justicia -
para el que lo necesita.

Construyamos hoy un pais mas justo,
- eso querían ellos -
donde la gente pueda sobrevivir
dignamente.
Llevándoles en nuestros corazones
y preguntémos como ellos de seguro
también lo hicieron:
¿que bien concreto

hice hoy a alguien?
¿Como ayudo a construir yo
una sociedad mejor?
¿He hecho crecer a una persona:
que sea más buena,
más conciente,
más sincera,
que dé a otros más amor ?

Y sale mi ultima pregunta
a saber que viento
la trae:

mucha gente me dice:
¿por qué yo?

y la respuesta es:

"porque somos llamados

a hacer el bien y lo correcto,
para todos
no a ratos, sino siempre"

El egoísmo no tiene espacio
en el corazón bondadoso
,
ni en el cielo.