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Una ráfaga de viento invadiendo mi vida eres brisa suave, aire puro, oxígeno vital. Solo tú despiertas mi existencia dormida me envuelves, me elevas...¡me haces sentir
inmortal! Tu presencia un prado con hierba recién
crecida presagiando fuerza, esperanza y eternidad. Esos pasos firmes, queridos, justos sin medida marcando huellas en el sendero, clamando verdad. Oasis en pleno desierto, remanso de paz. Eres agua que brota de la fuente en verano, la cascada valiente que se arroja al vacío. La sutil luz que ilumina en silencio...despacio. El fuego de la hoguera cálido, intenso y
fugaz hacia el que puedes tender sin temor, la mano. |
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