Eres
Elena Ortiz Muñiz



Una ráfaga de viento invadiendo mi vida

eres brisa suave, aire puro, oxígeno vital.

Solo tú despiertas mi existencia dormida

me envuelves, me elevas...¡me haces sentir inmortal!

 

Tu presencia un prado con hierba recién crecida

presagiando fuerza, esperanza y eternidad.

Esos pasos firmes, queridos, justos sin medida

marcando huellas en el sendero, clamando verdad.

 

Oasis en pleno desierto, remanso de paz.

Eres agua que brota de la fuente en verano,

la cascada valiente que se arroja al vacío.

 

La sutil luz que ilumina en silencio...despacio.

El fuego de la hoguera cálido, intenso y fugaz

hacia el que puedes tender sin temor, la mano.