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Yo soy el otro.
Rimbaud Los quejidos y lamentos del otro, no los oigo. Me importa poco, su color, credo, nacionalidad. Es mi hermano, es el otro. La voz del otro no se
escucha, no tiene donde. ¿Por qué? Porque lo ignoro, o simplemente soy de los sordos que no quieren oír. Su mirada es la
mía, su voz es mi voz. Aunque, no lo reconozco. es el hilo conductor de una humanidad, que se deshilacha, en vez de ser madeja, unida, compacta, uniforme en la diversidad. La sombra del otro, me cubre de penumbras la conciencia. El otro me mira, con una mirada misteriosa, compasiva, misericordiosa, amorosa, viva… Son mis ojos. Yo soy el otro. |
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