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Llegué
a una tierra que siempre supe era bella, me
sumergí en sus aguas de templadas sirenas, me
instalé en sus noches de mil estrellas abandonando el
vientre de mis esencias Vida
qué me entregas y me arrebatas me cubres con
mantos de alegría y me destapas, ahuyentas las
mariposas de mis almas para instalarte
sin permiso y sin esperanzas Música
de pájaros y cigarras que por mis
sentidos ahora escapas que me
guías por tus montañas que me
acaricias sin tus garras Sueño
por tus senderos y por tus tiempos, sumerjo mis
pies en tus momentos, te acercas y te
alejas dejándome sin aliento y sin embargo
te añoro cuando no te encuentro.
Vivo y sobre
todo te sueño, te sueño
y sobre todo me duermo, me duermo y
sobre todo en ti creo y creyendo en
ti, me entrego. Andando,
crezco y me desgasto sin importarme
el dolor o la añoranza con cada sol yo
te entrego mis años
de juventud y de esperanza... |
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