Vida
Marta Vaquero



Llegué a una tierra que siempre supe era bella,

me sumergí en sus aguas de templadas sirenas,

me instalé en sus noches de mil estrellas

abandonando el vientre de mis esencias

 

 

Vida qué me entregas y me arrebatas

me cubres con mantos de alegría y me destapas,

ahuyentas las mariposas de mis almas

para instalarte sin permiso y sin esperanzas

 

 

Música de pájaros y cigarras

que por mis sentidos ahora escapas

que me guías por tus montañas

que me acaricias sin tus garras

 

 

Sueño por tus senderos y por tus tiempos,

sumerjo mis pies en tus momentos,

te acercas y te alejas dejándome sin aliento

y sin embargo te añoro cuando no te encuentro. 

 

 

Vivo y sobre todo te sueño,

te sueño y sobre todo me duermo,

me duermo y sobre todo en ti creo

y creyendo en ti, me entrego.

 

 

Andando, crezco y me desgasto

sin importarme el dolor o la añoranza

con cada sol yo te entrego

mis años de juventud y de esperanza...