Hija de la muerte
Alma D. Cavazos


Hija de la Muerte, aún no es el momento

Llevo tiempo en  apreciar el reloj.

No limites mis sentidos, no borras la luz de mis  ojos

Aun hace falta que los mares  se sequen y que el fuego se congele.

ˇDetente! Cuando tus manos recorran mi  tibio cuerpo y lleguen al corazón que se detiene por instantes.

Paraliza mis labios con un beso tierno y lleno de aliento muerto.

Háblame de tu Madre y tus ancestros que te quiero escuchar.

Humilla el destino, a ese destino que tengo marcado en mi alma.

Abrázame,  hasta desmayar mis suspiros y escuchar las súplicas de tu madre.

Finge que soy tuyo, que te pertenezco.

Que bebo de tu coagulosa sangre, que me alimento de ella.

Olvida las ordenes, y deja que me marche.

Antes de hacerlo, limpiaré tus sagradas lágrimas,

Viviré para acariciarte y amarte hasta el fin de lo desconocido.