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No comiences tu
día sintiendo que el desaliento impera, sufriendo al
pensar en lo que te espera, pasando minutos
ambiguos y horas inciertas. Permitiendo que el
presente sea infértil y el futuro sin puertas. Que sean ejemplo a
seguir tus ganas de superarte y de vivir, y tus anécdotas
testimonios del que avanza con templanza. Construye con
propias manos tu sendero con convicciones
firmes y pulso certero . Edifica tu
existencia teniendo claro destino, sin retroceder
jamás a pesar de los riesgos en el camino. Y en caso de
tropezar ¡a sacudirse el polvo y volver a andar! sin pensar
siquiera en claudicar y las metas descuidar. En el mapa de la
vida, siempre hay una salida aunque nunca
está marcado el lugar de la llegada. Después de un
objetivo satisfecho a otro nuevo da
cabida, hay que tener
retos distintos cada día para no hundirse en la nada. Reserva un espacio
para el amor y vive una gran pasión, así tu persona
irradiara calor, te sentirás pleno y lleno de emoción. Todo adquirirá
otra luz, movimiento y color, a pesar de
que el corazón puede sufrir una gran
desilusión. Nada importa. No
pierdas oportunidad de sentir y vibrar, entrégate entero,
se honesto y sincero. Logra a ese amor adorar. Aparta esa
pesadumbre que te hace tener miedo a fracasar y sufrir. Créeme, amar vale
la pena, aunque te lleguen a herir. Alcanza todo
aquello que parecía imposible y aprende a ser
parte de lo extraordinario. No como aquellos
que esperan sentados es un rincón apacible a que Dios venga y
cambie con un milagro su mundo tan rutinario. Sin embargo, es
importante que esto tomes en consideración: cuando se destaca,
la envidia se hace presente, y tú, querido
amigo, no serás la excepción. Salpicarán de lodo
y tierra tu impecable dedicación. Sigue luchando por
tus sueños aunque tengas en contra el viento, que el Señor
protege a los valientes que forjan con coraje su historia aunque los hayan
traicionado y herido sin compasión o
miramiento. Eso es lo que le
da a las personas permanencia en la memoria. Cada día sal con
la frente en alto y que nadie te tome por muerto. A todo el que te
deseó un mal hunde en el desconcierto al mostrarles tu
ahínco y temeridad, tu aplomo para pelar y luchar. Eso sí, con justicia y rectitud para que nada te
pueda manchar. Vive en fin la
vida de tal forma, que por tus venas la adrenalina corra disfrutando de la
emoción que provocan los triunfos y las derrotas. Pues no hay vida
sin contrastes: llanto y risa, anochecer y aurora, huracán y brisa,
alarido y susurro...Todo está en cómo lo enfrentas. Observa, escucha,
huele, toca, saborea...Sé con tus cinco sentidos no estés vivo sólo
porque tu corazón da latidos. Envuelve tu ser de
música y miedo, de poesía y decepción, de letras y
convicción, de canto y fervor, de esperanzas y emoción. Párate firme como
la montaña y mantén tu espíritu fuerte como esa roca
irrompible a la que los detractores atacan sin suerte. Siente el suelo
bajo tus pies, eleva tu mirada al
firmamento, respira hondo,
eleva una plegaria al Creador y olvida los lamentos. Que respiras y
luchas día a día por un anhelo. No lo olvides: la
conquista de él será tu consuelo. Por eso, no
despegues tus pies del suelo pero proyecta tu
mente con fuerza al cielo. Allá, donde
brillan las estrellas, que es ahí donde
habitan los sueños del que cimienta
una existencia bella y la preserva así
aunque pasen los años. Después respira
hondo, y solo entonces: ¡VIVE! así, con letras
mayúsculas. Enciende de una vez esa candela. Ríe, llora, emociónate, pelea, grita, goza,
desespera, anhela... pero por favor...
¡VIVE! |
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