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Esperando que crezca el
sol se extiende la sombra de
algo bajo el farol. Por la calle muerta de
sonidos, tenues presencias
emergen. En la noche, corren las aguas de la imaginación y el
pensamiento. Allí navegan goletas cargadas de
esclavos. Son las manchas de la
historia. Lacerantes recuerdos
petrificados, en las venas enfurecidas
de la memoria. Escribo sobre ruinas en páginas de piedra. Las hojas ausentes como la justicia. Un mendigo exiliado entre el agua de las
lágrimas y el calor de las
palabras. |
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