Vencidos
Washington Daniel Gorosito Pérez




Una gaviota solitaria

anuncia la llegada

de los barcos vencidos.

 

No había agitados cardúmenes

en el sótano de las aguas

del Río de la Plata.

 

Estocada mortal a los

pescadores.

 

En el muelle del puerto

las aguas filosas

hieren las rocas aullantes

que exhalan ruidos armónicos.

 

Mientras vuelan infinitas

mariposas de espuma,

la tarde va oxidándose

y se duerme la luz.