Entre el sueño y el despertar
Melissa Ardan Rojas




¿Cómo hacemos para levantar los ánimos?

¡si amanecen esparcidos por las montañas del alma,

 

parecen peñascos que se han desbarrancado

desde la cima de los sueños,

cada mañana, por años!

 

 

¿Cómo fijamos de algún modo los ideales

que arrastra silente, nuestro río interior?

Si no hay de donde sostenerlos..

Sí, a veces parece que

fuera yo misma arrastrada

por extrañas corrientes oceánicas, llena de alfaques..

 

¿Hacia qué destinos llevas mis sueños?

¿Hacia dónde me llevas, Neptuno?

¿qué clase de profundidades me aguardan?

 

Quisiera despertar de pronto

y pensar que todo fue:

solo una pesadilla pasajera

y que la realidad

no es tan dura como parece.

 

Recuerdo amaneceres prometedores

cuando la luz bienhechora del sol

entraba por la ventana alumbrando mi mesa,

cuando mi corazón no tenia miedos

especialmente al admirar el vuelo

de aquellas palomas blancas

por las mañanas.

 

Yo recuerdo las risas alegres de mi vecina.

 

Sí, recuerdo cuando de niña gozaba

al escuchar la música

con mi primer radio transistor bajo la almohada

cuando aprendí mi primer poema,

entonces mi corazón tenía otro lenguaje

de amor, de sueños y de esperanzas..