El sonido del tiempo
Melissa Ardan Rojas



En verdad, el tiempo pasa...

se escapa en nuestras manos como el agua.

Sabías que lo mejor que puedo darle yo a alguien,

es MI tiempo. Hay momentos mágicos para reír,

dar un abrazo a un amigo,

para escuchar la voz

de un ser querido.

Los momentos perdidos

no se pueden recuperar.

La belleza que nos rodea pasa

se desapercibida,

mientras corremos

de un lugar a otro.

En un metro hablé con una mujer mayor

me la encontré en el andén de metro

no me miró y comenzó a hablar conmigo,

no se miraba pensativa, me hablaba como

no cuando habla una madre y me quiere decir

no algo importante, así entre nosotras,

no me miraba a los ojos, y luego volteaba el rostro

no y miraba por la ventana viendo las nubes,

no yo la escuchaba atentamente,

no iba vestida de blanco, me dijo:

no voy a hablar contigo y aunque no te conozca

no algo en ti me dice, que debo decirte esto:

no ... antes yo no sabía el valor del tiempo

pasaba aturdida

atendiendo miles de citas,

reuniones.

no Luego un día,

no el corazón me dio un susto,

no me di cuenta,

no que no había escuchado

no mi alarma interior,

no si hubiera yo escuchado

no mis premoniciones,

no descuidé mi corazón

no hoy pago ese descuido

no caro, tomando medicinas

no que me dan secuelas secundarias

no por no haber escuchado yo

no mi voz interior.

no Ahora mis hijos

no no tienen tiempo para mí,

no tienen que ver a sus amigos,

no van a sus reuniones,

no y no tienen más tiempo, para mí,

y sé que mi vida se escapa poco a poco

no quiero alarmarlos

sí, yo me tomo MI tiempo

para comprenderme mejor;

ya no les pido que me regalen tiempo,

yo me ocupo de ese tiempo precioso

que me queda. Veo el mundo con otros ojos.

 

Sí, es verdad que vivimos en un mundo

donde -el tiempo es oro-;

sin embargo cuando

ya ha sonado la 1ra. campanada

estamos obligados

a saber escuchar el sonido del tiempo...

nuestro propio tiempo, en nuestro espacio

, sé que podemos percibir

el aire que respiramos y

es necesario que aprendamos a sentir su ritmo, 

solo así escucharemos a nuestro cuerpo

y las necesidades del alma

de pronto aprendemos a sentir

el tiempo en nuestro ser...

hay sin duda miles de momentos que

podemos compartir

con nuestros seres queridos

ojalá y ellos también quieran

compartirlos conmigo.

Sabe amiga que, el tiempo que pasó, no vuelve

vendrán otros tiempos, otras horas,

otros cantos, otras risas

.. ¡aprovecha el momento de hoy

disfruta la lluvia, el pasto, las nubes

el aire marino, los colores de las flores

y demos gracias a Dios

que estamos en condiciones de

disfrutarlo!