Supersticiones
Washington Daniel Gorosito Pérez



Paredes con reproches,

dolores nuevos, dolores viejos,

liberan la amenaza

que flota sobre el espíritu.

 

Se agrieta la razón.

 

Las palomas picotean piedras

en la plaza.

Piedra, triste y gris.

 

Mientras,

un hombre bosteza

revisando las páginas de un diario

que terminará en las manos

del viento.

 

El mismo que trae

ese olor inconfundible

a sal, muelle, barcos

y

viejas supersticiones

e iras ancestrales.