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La escritura es aire, el viento canta poemas que reciben el saludo de las espigas inclinándose a su paso. El silencio se desgrana
lentamente agoniza… Los girasoles despiertan elevando su intemporal mirada hacia las alturas. Allí, el aleteo perspicaz de las golondrinas hace que las sombras se movilicen sobre el lienzo verde de los campos cruzando lugares y tiempos ajenos. En su viaje, hilvanando cada retazo de cielo, remendando palabras para romper la mudez del mundo y la calma de las piedras. |
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