GUITARRA

Guitarra, guitarra mía,

mis dedos  hábil despiertas

cortando el aire en la noche

soñando con las estrellas

Tus notas son mil caricias

arrogadas de franqueza

como fuego en las entrañas

arrancando mil sentencias.

Tus tonos en mis sentidos

van matizando cenefas,

filigranas en el aire

cual palomas mensajeras.

Si adivinas mi quebranto

entre lágrimas que queman

es por mis celos sellados

en las noches de verbenas.

Guitarra, tu llanto grita,

tus desgarros me develan,

desde la prima al bordón

como prismas de vidrieras.

Ay, tus acordes sonoros

que mis sentidos anhelan

son ensueños de mujer

teniéndome prisionera.

AL PIANO

Al escuchar tus acordes

mi piel vibra despachada,

quimera eres de mis dedos,

aristas de vuelo y alba,

pavesa en el remolino

como hélice escapada,

con los versos reunidos

según las cuerdas del arpa,

del crepúsculo a la aurora

de ángel plumas voladas,

empujadas por la brisa

compuertas de brisa y agua.

Son las notas de un piano

de jabón pompa sagrada

porque arroba mi sentido

su espiral inacabada.

Poemas del libro Abrazo en las Palabras

María Velasco Rivera