Las semillas
César Molina Consuegra


Amanece

Mientras caen ingrávidas 

Las semillas a los surcos

Incertidumbre de la vida.

Si germinan o mueren,

Nadie lo sabe!

 

 

Sopla el viento sobre la humedad arena,

Lento el sol se levanta;

Mientras cantan los pájaros.

De largo pasan los caballos;

Y vuelan mariposas.

 

Canciones  de infancia

Se empozan  en el recuerdo 

El primer café de la mañana

Nuestra madre que riega las plantas; 

Los pollos marchando tras  su madre.

 

La voz de mi padre

Recordando  cada cuarto de la casa

Nuestra visión del mundo 

Sobre los amplios ventanales, 

El huerto de tomates;

Y cebollas

 

Un alto árbol de guayabas;

Olor de trópico; 

Sabía Caribe

Olor a panela  y chocolate

Sobre la amplia mesa.

 

Oigo el canto del gallo

Que llama a la faena;

Voy con los recuerdos

Ellos son memoria viva

Llama de los sueños 

Aunque estamos muriendo.

Como Faustos extraviados  en el mundo

No encontramos los caminos;

Y el mal y la derrota

Nos cerca ante la fragilidad de la vida.

Hay una cabeza de Medusa en cada esquina.

la calle huele a pólvora;

Como noches de San Bartolomé.

Nuevos Judas entregan inocentes

al sacrificio; la tortura  y la desaparición.