Una
gota de rocío
Perla
la gruesa cabeza,
Y
lenta cae sobre el tronco erguido que se despereza.
Tu
lengua que va y viene
Sube
y baja con ahínco
Sobre
el grueso mástil que se alza.
La
luna brilla allá en lo alto.
Mientras
silentes labios; atrapan la tentación.
Boca
voraz que lo engulle
Con
fuerza lujuriosa.
Apurando
en el delirio,
Como
un cáliz que se derrama.
Entonces
de nuevo; rueda una gota
Sobre
el mástil; cayendo desde la cabeza.
Tu
cuerpo se sacude y suena como un violín.
Me
besas y el infinito se refleja en tus labios.
Hay
una Aurora que canta a la Esperanza.
Como
Dante; y su Beatriz; es tu cuerpo y su ternura
el
pasadizo secreto al Paraíso!
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