La agreste cima llama...
César Molina Consuegra


Áspero el sinuoso sendero,

en la tétrica noche sin estrellas

ascendemos ...

al filo del abismo artero, 

la agreste cima llama

como sirena en celo que clama,

que canta ya alabanzas... Embrujadas…

Un viento gélido azota

la frente en llamas,

altivo el pecho desafía el abismo,

tropezamos , y el vacío se abre

como una pupila fatal,

que atrapara la luz...

En la caída, son las alas

que   nos salvan,

granítica esperanza

de cóndor que azota las alturas,

el mundo se sacude abajo,

En su finitud galopante,

Como hoja mecida por el viento.

 

Percibo la tristeza del desarraigo,

las manos mutiladas,

sangre invadiendo el acantilado,

la agonía de los días de la tierra...

Esta playa desierta; cubierta de sal;

noches sin pan, de los sin rostro.

La diáspora eterna,

la búsqueda de una luz en el vuelo,

los ojos mustios de los desterrados,

manos abiertas al infinito vano,

el desdén, la impotencia,

La deshumanización  global,

Las vísceras a la intemperie. ..

los cuerpos abiertos de los abandonados!

Las monedas miserables de los victimarios!

La justicia torcida

Que defiende criminales,

Los corruptos felices 

En sus orgías infinitas;

Afuera hay un rebaño dócil 

Que cuenta los pájaros sobre el jardín 

Mientras la noche salvaje avanza

Atemoriza y descuartiza.

 

El alma de una nación

Despedazada por el hambre

La pobreza y la muerte.

Una única calle conduce

A las fosas  comunes.