Ávida lengua
César Molina Consuegra


Surcas suave mi cuerpo  en llamas

bordea

 

mi tórax y mi cintura  que arde como brasa

tus manos que me crean y recrean,

hálito  de arcilla  y tierra que nace en mis axilas

 

Entonces bajan tus manos sobre mi valle 

selva de vellos, sudor genésico

hay un mástil de fuego que indica el paraíso,

hay un magma de líquidos que fluye

y nos crea en el borde de la muerte.

 

Tu brazo me atenaza

nuestros cuerpos danzan

en mitad de la noche

un beso nos salva siempre del abismo.