Sin
la ventana, va tu silueta y viene
En
el viento de la tarde,
Vienes
como una cometa de colores,
Entre
las hojas mustias de la tarde.
Amplio
el trasero alzado
Saluda
el enigma de la vida.
Mis
ojos te reflejan
Sobre
el fondo del estero
Como
silente pantera en celo.
Cae
tu vientre como cascada de las olas
Eres
un volcán semidormido que palpita,
A
orillas del rio de mis pasiones.
Soplo
de fuego sobre las olas
O
luces finales del último incendio
Sobre
tu cintura que baila
En
paroxismo de luces y sombras.
La
cama se partió en mil pedazos.
Sobre
tu ombligo veo el meandro
De
bellos y pliegues, triangulo supremo
De
la carne y la lujuria.
Delta
centro del todo y las partes,
Paraíso
de mis sueños y batallas.
Húmedos
tus pasos
Resuenan
en la hierba,
Huele
a lluvia y polen,
El
viento trae tu aroma genésico
Mezclado
con el olor de las rosas.
En
la tarde que agoniza,
Huele
a esperma.
Entonces
llegas ingrávidas,
Al
tacto llameante de mis manos
Te
dibujo como arcilla que nace
Y
tus senos se excitan
Al
tacto que te crea y estimula,
Eres
un ángel con el sol en tu cabellera.
En
el filo de la pasión que hierve,
Como
el paisaje de la tarde
Que
cae sobre los cerros
Sabiendo
que la lluvia es también semilla
Que
solo espera
Su
momento a flor de tierra.
Entre
aullidos de fiera y hambre de segarnos
Vamos
como fantasmas entre los árboles.
Entre
ávidos besos que fallecen,
El
amor se consuma, vela que navega
En
el único callejón que va a la vida
Sobre
la miasma de la ciudad que muere
Atrapada
en las casas de cartón,
Entre
el hambre la corrupción y la violencia.
Ahora
se alza nuestro amor
Que
muere en el orgasmo,
Como
los remos vikingos
Cuando
la nave naufraga.
La
certeza de la lucha que prosigue,
Como
testimonio ante tanta desdicha, abandono y soledad.
De
espaldas a Catón.
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