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Calle
40 sur # 31-1 zona 6. Una
historia de amor sideral entre Santiago y Gloria. Construida piedra a piedra,
como una obra de fina orfebrería, en jornadas diarias de manera ininterrumpida,
como un Sísifo moderno subiendo piedritas al estilo de Don Santiago. Los vidrios en los techos
reflejan el pasado familiar, las maderas nos hacen vivir las primitivas tallas
y las piedras como en la Pirámide de Keops, son átomos condensados de historia
antigua. Esas piedras como en la
pirámide de Keops (guardando las proporciones), transmiten grandeza, misterio y
precisión técnica. En este caso, en la Casa
de las Piedritas asombra la precisión de la mezcla de Piedras rústicas, maderas,
vidrios y metales. Como en la pirámide de
Keops, circulan teorías sobre el objetivo de su construcción. Una de esas teorías es
que fue un propósito de residencia encantada para un amor que fuera sincero. Más
adelante apareció ese amor en Doña Gloria quien lo encarnó viviendo dentro
de ese sueño. Otra Teoría nos dice que Santiago sería la versión moderna del
mito de Sísifo. El relato está atravesado
por un profundo misterio. Como Don Santiago trabajó
toda su vida de manera permanente sobre esas piedras, casi sin salir al mundo
exterior. Escuchamos una teoría
explicativa sobre el papel de Santiago, que podría tratarse de una inspiración
profunda y sobrehumana como la de Hércules, conocido por su fuerza descomunal y
el cumplimiento de los Doce trabajos por orden de EURISTEO. Entre ellos la limpieza
de los establos de augias, taponados por estiércol. Como Hércules Don
Santiago también lucho contra monstruos que en las
frías noches, le susurraban que dejara de trabajar. Santiago
edificaba el porvenir, con pocas herramientas. A diferencia del drama
clásico de Shakespeare del amor imposible, este fue un amor posible, profundo y
totalizador. Ese era su sueño
desde su primera juventud. Prometió a Doña Gloria
que conseguiría todos los días piedritas para edificar su nido y santuario de
amor imperecedero. Don Santiago armó el
rompecabezas de la casa desde sus vivencias en Venezuela por allá en 1976. Hoy tiene ese nido más de
33 años de seguir atrayendo a turistas nacionales y extranjeros, por la
singularidad que nos muestra, que más allá de la construcción, existe una
profunda y única historia de amor. Amor que nos interpela,
entretejido, en las bases del relato. Es la historia real y
verídica de un amor que desafió el paso del tiempo y que brilló mágicamente en
la noche oscura y como un nuevo sol, se alzó intrépido en medio de la pobreza. Fueron dos corazones que
latieron unidos y soportaron juntos el desafío de la post modernidad. Por una escalera de
piedras se sube a el segundo piso, a la habitación de Santiago y Gloria, toda
en piedra reciclada. Vemos una bañera que trabaja con una motobomba y lanza 5
chorros de agua, como una cascada. La cama es también de
piedra y cerca está el baño. Una puerta en el primer
piso conduce a un gran patio tapizado de flores y embriagante aroma. La primera piedra la
colocó en 1987. Pero desde la República
Bolivariana de Venezuela (la Patria del Libertador Simón Bolívar) dibujó una
pintura al óleo sobre lienzo, premonitoria, mostrando con lujo de detalles el
reparto interno de la casa y su fachada, todo en piedras. Desde los 19 años
prometió a su amada en el altar, que vivirían un hermoso sueño en un nido de
amor de piedritas, en medio de cascadas, vidrios, maderas y balcones. Ese sueño le tocó vivirlo
y recrearlo a Doña Gloria. Ha sido tanto su impacto, que hoy forma parte de la
ruta Turística y Cultural de Envigado. Un mundo reconstruido con
materiales reciclables. Hecho con la paciencia de
Job e infinito amor. La pintura nos dice que
será el sueño de Isabel, Marisol, Santiago y Gloria. La sala, el comedor
central y todos los espacios muestran en los techos estructuras de semáforos y
gafas pintadas de múltiples colores. Hay piedras de la
infancia de la casa paterna de Santiago, envueltas en misterios, juegos y
sonidos del alfabeto naciente y pasos de risas y caídas. Parecen piedras
prehistóricas, detenidas en el espacio y tiempo. Vuela la palabra en la
sala intentando nombrar lo inverosímil. Se respira la pujanza, la
intrepidez y el sacrificio hasta el límite de la cultura arriera Antioqueña,
que abrió caminos en medio de montañas, a la colonización del sur de Antioquia, Caldas, Risaralda y Quindío a
finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XX. Fue el crecimiento de la
actividad cafetera. Llegué hace 5 años, con
mi esposa Carlina Tinoco Lara, especialista en Comercio exterior y un poeta y
escritor amigo, llamado Edgar Tarazona Angel, que vive en Envigado y nos animó
a visitar este icono histórico y cultural de Envigado. Hay piedras de todos los
tipos, combinadas con maderas y vidrios incrustados. Vemos fuentes de agua que
salen en surtidores desde las piedras. Queda la obra aún inconclusa de un
tercer piso como salón comunal y cultural construido con donaciones de la
iglesia de San Benito y de salones culturales. Sobre la mesa de piedra
de la sala, está el libro de visitas de la Casa de Piedritas. Notas sobre la
impresión de cada uno ante este monumento al amor. Hay notas de visitantes de
todos los continentes. Incluso comentarios de jóvenes, junto a firmas de poetas,
prosistas e historiadores. El ciclo de la vida se
apagó para Don Santiago, pero ese idilio trasciende a una época histórica
y ¡vivirá eternamente en nuestros corazones!
CESAR MOLINA CONSUEGRA. JULIO 10 DE 2025. Barranquilla. Colombia. A la memoria histórica de Don Santiago que
en Paz descanse, y a su amor eterno, Gloria que preserva su legado. Vale
la pena ir a conocer LA CASA DE LAS PIEDRITAS EN ENVIGADO ANTIOQUIA, EN
COLOMBIA. |
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