Cualquier cosa

Margarita Roiz de la Parra


En un minuto puede suceder cualquier cosa. El proceso de implantación de una ley para niños huérfanos o para mujeres maltratadas. Una bomba que cae en el desierto o en un mercado de abastos.

Una niña que se hace mujer, un embarazo deseado, la caída de un puente sobre un pueblo. La desertización del planeta, o el aguacero que desborda cauces de ríos, el tornado que le cae a un hombre que volvía de trabajar con su morral. Aún más quimérico, la creación de una inmensa burbuja de material ignifugo, que, lanzada desde el aire, cubriera el incendio, provocando rápidamente vacío en su interior. En un minuto un agricultor pierde su cosecha, un emigrante pasa la verja, un gato toca el piano, un ladrón roba en un museo. Cualquier cosa sucede si una mujer lanza un grito agónico que despierte a su marido, porque vio una película de vampiros.

Un niño se aferra al mando a distancia del televisor y por un misterioso azar un barco no naufraga, un anciano se salva de que le roben la pensión de viudedad. Y mientras yo maldigo el botecito de color rojo que dejaste caer sobre mi vestido blanco de seda salvaje.

Una infinidad inclasificable de situaciones que me hacen perder la cabeza y puedo cometer cualquier crimen.