
Espesa la noche sobre tu sombra como un recuerdo
aborrecido. En las amplias praderas de mi alma descansa un corazón
encogido. Te querré hasta que te pierda. Te tendré hasta que me
hieras. Harta está la vida, que no yo, de lo mismo, de lo mismo, siempre
de lo mismo. Y si te quiero, y si te tengo… y si te pierdo, ya no
sé ni lo que digo.
Gurpegui
|