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“Gracias, Por hacerme entender que hay cosas que tienen que hacerse con los
ojos cerrados. Por decirme que todas y cada una de las palabras que me dijiste
salían de tu corazón eran sinceras. Por decirme “me gustas mucho” en vez de “Te quiero” Por regalarme dos flores en poco tiempo, una salió de tus
manos y mis rizos como por arte de
magia, otra vino acompañada de un papel y un texto que se quedan en mi corazón
y, para siempre, entre tú y yo. Por buscarme siempre tú Por esos abrazos tan tuyos y esa playa llena de estrellas y música
construida sólo para mí. Por ese miedo que me dijiste habías sentido al conocerme y al
despedirnos y que no quisiste explicar. Por aparecer, por fundirte con mi piel tan blanca al lado de la
tuya. Por decirme algo que tenía que escuchar de un hombre que me
inspirara confianza y respeto. Por hacerme sentir en reina en un país extranjero. Por estar conmigo en mi peor noche, acompañándome y por desayunar
en mi peor mañana. Por besarme en la frente Por hacerme ver claro dónde está mi próxima etapa y con qué tipo de
hombre quiero estar” |
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