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“Salvaje, indómita, vital, amante de las cosas difíciles y de las
simples. Acostumbrada a sobrevivir, a los desafíos, al amor puro y al carnal, a
ganar y a perder al mismo tiempo. Su cuerpo, testigo de una vida vivida… sensual, curvilíneo y en
cada pliegue de su piel morena una historia vivida, un tambor que sonó, un beso
que fue un preludio y un “Hasta pronto, nos volveremos a encontrar…” Sherezade maullaba ó rugía, quería y odiaba, era ama y esclava pero en
ningún episodio de su vida se había perdido a sí misma. Estaba buscando a Annanda y sabía que
tendría ayuda, que no estaba sola. Cuando pedía RESPUESTAS, el Universo le mostraba el camino a
seguir y esta vez no iba a ser una
excepción. Así que marchó a su Isla, al encuentro de su compañero en este
capítulo vital.” |
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