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“Y el marido de Sherezade que estaba en
tierra lejana en mil y una batallas le envió una carta que decía así: …Donde estas mi amor, donde puedo encontrarte y secuestrar este
amor que siento por tí… No puedo tocarlo ,dame una guía ,dame una señal que no habrá lugar
en el mundo donde no escarbe y te busque ,déjame tu rastro, tu aroma ,tu sudor
que te encontraré y te haré feliz ,deja que corra el viento por todo tu cuerpo
y oirás mi voz zumbando tus oídos y mis manos acariciando cada parte de tu
intimidad y dejando que veas entre la brisa a mi espíritu enamorado ,así viaja
mi amor por tí ,dime si a veces no me sientes cerca . Todos los días veo una estrella que brilla en mi ventana, a la cual
llamé SHEREZADE y te hablo, te enamoro y a veces ella me muestra lo
que haces. Aunque te encuentres lejos mi corazón te tiene cerca, tú, mi
estrella en mi ventana me abrazas con tu luz y siento algo sensual, sexy, algo
que me pone la carne de gallina algo que me hace gemir de placer cuando esa luz
me toca. TE AMO y es porque TE AMO que me inspiro a decirte y a
escribirte estas maravillosas líneas, puedes guardarla mi amor para en el
mañana nuestros hijos las lean y vean que el amor existe y que lo importante es
no cansarse de buscarlo. Guarda estas líneas y seremos el ejemplo de todo el mundo mi amor, seremos
los que exterminemos la plaga que quiere que el amor se extinga, tú me
entiendes mi ANGEL... yo siempre te amaré. Protege eso y nos volveremos inmortales, te lo aseguro por que nuestras almas nunca se morirán, eso hace el amor…” |
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