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Yo soy yo
y
me di cuenta no hace mucho,
cuando
me perdí en la
multitud
y
me encontré en el
espejo de mi baño.
Soy una caja de sorpresas;
me
cuento chistes nuevos y me
río.
Me gustan nuestras conversaciones conmigo
porque
me regalo juicios inteligentes
y
no tengo que sentirme
culpable,
y
cuando digo estupideces, no
hay testigos.
He logrado elevar el fracaso a la categoría de arte
y
desdecirme de lo pensado y de
lo dicho
sin
cargo de conciencia y sin
vergüenza.
Aprendí caminando mi camino
que
debo perder todo
si
quiero alguna vez ganarlo
todo.
Sólo lo primero he conseguido.
Puedo caminar y mascar chicle al mismo tiempo
pero
me niego a conversar contigo
mientras
tecleo en el blackberry
o
pienso en las tareas de
mañana.
Si tú lo haces yo me limitaré a rumiar mi rabia.
Yo miento poco, creo, pero no confío en nadie.
Ni siquiera en mí. Porque yo siento miedo
y
sé que tú
también lo sientes.
Camino por las calles sonriendo
a
los árboles, a los
perros,
al
cielo cargado de nubes,
porque
Dios es un gran paisajista.
Sonrío y me despido de las guaguas
que
no volveré a ver
quizás
hasta
cuando crezcan y ya no les
sonría;
le
sonrío a las nanas que
crían hijos ajenos
mientras
abandonan a los propios
y
me duelo de su dolor
escondido…,
Por eso les sonrío.
También sonrío mientras converso contigo,
no
sea cosa que tú no me
mientas
y
quiero premiarte por ello.
Rehuyo los consejos no solicitados
y
valoro lo auténtico
por sobre lo espontáneo.
Me gustan más las preguntas que las respuestas,
y
el silencio humilde del sabio
es
música celestial en mis
oídos.
Me aburre la socialización vacía
y
las fiestas culturales para
el pueblo.
Ni iglesias ni partidos políticos,
ni
modas ni revistas femeninas.
Dame un mate y panes al rescoldo,
un tecito, hallulla y
mantequilla
en
la cálida vivienda de
un amigo.
El tres es el número mágico:
Tú, yo y nuestro mejor esfuerzo.
Soy alérgica a la vida;
la
existencia cotidiana me supera:
no
vine preparada y nadie me
enseñó
a
soportar la traición e
indiferencia
tal
si fueran el pan de cada
día.
Pero acepto que no haya vuelta atrás,
que
debo seguir hasta la
próxima
y
salirme de este juego con alguna
dignidad.
¿Quién soy yo? Yo no lo sé.
Mientras más cerca, más lejos. |
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